Los gatos se sienten atraídos por la Nébeda (nepeta cataria, una planta herbácea de la familia de la menta.)
Los gatos se frotan con las hojas y se comen las flores, cuya ingesta ejerce un efecto estimulante y una reacción impredecible: se comportan de manera juguetona, babean, ronronean e incluso persiguen ratones imaginarios.